La protección contra incendios es fundamental para evitar accidentes, por eso es muy frecuente utilizar aislamientos ignífugos y materiales contra incendios que ayudan a reducir los fuegos, en caso que se produzcan. Este tipo de aislamientos se utilizan tanto en espacios públicos, como centros comerciales, colegios u hospitales, como fábricas, oficinas e incluso en nuestro propio hogar.
¿POR QUÉ HAY QUE TENER EN CUENTA EL AISLAMIENTO?
El aislamiento ignífugo, también conocido como ignifugación, es una técnica industrial que consiste en tratar un determinado material para mejorar su comportamiento frente al fuego. De esta manera, se consigue disminuir la inflamabilidad de dicho material y se reduce la velocidad de propagación de las llamas en caso que se produzca un fuego.
Hay que tener en cuenta que con el aislamiento ignífugo lo que se mejora es la reacción del material tratado al fuego, pero en ningún caso deja de ser combustible y convertirse en incombustible. Existen tres formas de ignifugación o aislamiento ignífugo:
MATERIALES CONTRA INCENDIOS
Algunos de los materiales que se utilizan paraproteger cualquier tipo de espacio de un incendio son falsos techos ignífugos, collarines intumescentes, juntas cortafuego, masillas ignífugas, morteros aislantes, tejidos ignifugados, morteros refractarios, pinturas ignífugas, protectores contra el fuego en estructuras metálicas, protectores de fuego textiles o vermiculitas, entre otros.
Es muy importante tener en cuenta y recordar que los materiales y aislamientos ignífugos pierden sus propiedades con el paso del tiempo, el uso, la limpieza, los efectos del clima y el medio ambiente, por ejemplo. Por eso, es conveniente que se repita el tratamiento ignífugo periódicamente para mantener sus efectos y asegurar su estabilidad.