No todos los fuegos son iguales, por eso es muy importante tener claro qué tipo de extintor es el adecuado para combatir un tipo de fuego u otro. Sólo así la extinción del incendio será verdaderamente eficaz y, sobre todo, segura.
¿QUÉ CLASES DE FUEGO PODEMOS ENCONTRAR?
A grandes rasgos, los incendios se clasifican en cuatro grandes grupos:
- Sólidos: también se conocen como fuegos de clase A. Este tipo de fuegos son los que se producen en combustibles sólidos y que generan brasas. Algunos materiales que provocan fuegos sólidos son el papel, el cartón, la madera, los plásticos, etc.
- Líquidos inflamables: esta clase de incendio se produce por combustibles líquidos, como son los aceites vegetales o los derivados del petróleo, entre otros. Son los que se conocen como fuegos de clase B.
- Gases: corresponde a la categoría C. En este caso se producen en gases como el butano, metano, propano, acetileno, etc.
- Metales combustibles: en último lugar encontramos este tipo de fuegos, generados en metales y aleaciones (magnesio, potasio, sodio, etc). Se conocen como clase D.
UN EXTINTOR ESPECÍFICO PARA CADA TIPO DE FUEGO
Una vez tenemos clara la clase de fuego a la que nos enfrentamos, podemos escoger el extintor más adecuado:
- Extintores de agua: son los indicados para extinguir fuegos sólidos (clase A). El agua actúa por enfriamiento, por absorción y sofocación. Su gran ventaja es que ante temperaturas de combustión se evapora y expande su volumen, desplazando el oxígeno y los vapores generados por la combustión.
- Extintores de espuma: la espuma genera una capa de material acuoso que desplaza el aire, enfría e impide que el vapor escape. De esta manera, se detiene la combustión. Este tipo de extintores son adecuados para acabar con los fuegos de tipo A y B.
- Extintores de CO2: el dióxido de carbono está encerrado a presión en el extintor y cuando se utiliza, se expande. Esto provoca que la temperatura descienda de tal manera que se convierta en hielo seco y enfríe el combustible. No es conductor de la electricidad, por eso es adecuado para los fuegos de clase B y C.
- Extintores de polvo seco ABC:actúan químicamente interrumpiendo la reacción en cadena. También actúan por sofocación, pues el fosfato monoamónico del que generalmente están compuestos, se funde a las temperaturas de la combustión, originando una sustancia pegajosa que se adhiere a la superficie de los sólidos. Así se crea una barrera entre el oxígeno y éstos. Son ideales para fuegos de clase A, B y C.
- Extintores a base de polvos especiales para la clase D: algunos metales reaccionan con violencia si se les aplica el agente extintor equivocado. Por eso, existen diferentes fórmulas para combatir los incendios de metales combustibles. Actúan en general por sofocación y generan una barrera entre el metal y el aire. Este tipo de extintores son sólo aptos para los fuegos de tipo D.